4.11.10

el origen (nolan)


Volver a pensar. viejo cuento sobre un señor en la china que sueña ser mariposa y al final no sabe si es mariposa soñando ser hombre.

la misma historia
contada varias veces y en diferentes formatos, pero siempre te sorprende.

antes de ver titanic, ya sabías que se iba a hundir, pero igual la vieron millones.

inception.

el tiempo es distinto.

FRAGMENTO DE "EL PERSEGUIDOR" de j. cortazar

-Bueno, de acuerdo, pero antes le voy a contar lo del metro a Bruno. El otro día me di bien cuenta de lo que pasaba. Me puse a pensar en mi vieja, después en Lan y los chicos, y claro, al momento me parecía que estaba caminando por mi barrio, y veía las caras de los muchachos, los de aquel tiempo. No era pensar, me parece que ya te he dicho muchas veces que yo no pienso nunca; estoy como parado en una esquina viendo pasar lo que pienso, pero no pienso lo que veo. ¿Te das cuenta? Jim dice que todos somos iguales, que en general (así dice) uno no piensa por su cuenta. Pongamos que sea así, la cuestión es que yo había tomado el metro en la estación de Saint-Michel y en seguida me puse a pensar en Lan y los chicos, y a ver el barrio. Apenas me senté me puse a pensar en ellos. Pero al mismo tiempo me daba cuenta de que estaba en el metro, y vi que al cabo de un minuto más o menos llegábamos a Odéon, y que la gente entraba y salía. Entonces seguí pensando en Lan y vi a mi vieja cuando volvía de hacer las compras, y empecé a verlos a todos, a estar con ellos de una manera hermosísima, como hacía mucho que no sentía. Los recuerdos son siempre un asco, pero esta vez me gustaba pensar en los chicos y verlos. Si me pongo a contarte todo lo que vi no lo vas a creer porque tendría para rato. Y eso que ahorraría detalles. Por ejemplo, para decirte una sola cosa, veía a Lan con un vestido verde que se ponía cuando iba al Club 33 donde yo tocaba con Hamp. Veía el vestido con unas cintas, un moño, una especie de adorno al costado y un cuello... No al mismo tiempo, sino que en realidad me estaba paseando alrededor del vestido de Lan y lo miraba despacio. Y después miré la cara de Lan y la de los chicos, y después me acordé de Mike que vivía en la pieza de al lado, y cómo Mike me había contado la historia de unos caballos salvajes en Colorado, y él que trabajaba en un rancho y hablaba sacando pecho como los domadores de caballos...
-Johnny -ha dicho Dédée desde su rincón.
-Fíjate que solamente te cuento un pedacito de todo lo que estaba pensando y viendo. ¿Cuánto hará que te estoy contando este pedacito?
-No sé, pongamos unos dos minutos.
-Pongamos unos dos minutos -remeda Johnny-. Dos minutos y te he contado un pedacito nada más. Si te contara todo lo que les vi hacer a los chicos, y cómo Hamp tocaba Save it, pretty mamma y yo escuchaba cada nota, entiendes, cada nota, y Hamp no es de los que se cansan, y si te contara que también le oí a mi vieja una oración larguísima, donde hablaba de repollos, me parece, Pedía perdón por mi viejo y por mí y decía algo de unos repollos... Bueno, si te contara en detalle todo eso, pasaríamos más de dos minutos, ¿eh, Bruno?
-Si realmente escuchaste y viste todo eso, pasaría un buen cuarto de hora -le he dicho, riéndome.
-Pasaría un buen cuarto de hora, eh, Bruno Entonces me vas a decir cómo puede ser que de repente siento que el metro se para y yo me salvo de mi vieja y Lan y todo aquello, y veo que estamos en Saint Germain-des-Prés, que queda justo a un minuto y medio de Odéon.
Nunca me preocupo demasiado por las cosas que dice Johnny, pero ahora, con su manera de mirarme, he sentido frío.
-Apenas un minuto y medio por tu tiempo, por el tiempo de ésa -ha dicho rencorosamente Johnny-. Y también por el del metro y el de mi reloj, malditos sean. Entonces, ¿cómo puede ser que yo haya estado pensando un cuarto de hora, eh Bruno? ¿Cómo se puede pensar un cuarto de hora en un minuto y medio? Te juro que ese día no había fumado ni un pedacito, ni una hojita -agrega como un chico que se excusa-. Y después me ha vuelto a suceder en todas partes. Pero -agrega astutamente- sólo en el metro me puedo dar cuen porque viajar en el metro es como estar metido en un reloj. Las estaciones son los minutos, comprendes, es ese tiempo de ustedes, de ahora; pero yo sé que hay otro, y he estado pensando, pensando...
Se tapa la cara con las manos y tiembla. Yo quisiera haberme ido ya, y no sé cómo hacer para despedirme sin que Johnny se resienta, porque es terriblemente susceptible con sus amigos. Si sigue así le va a hacer mal, por lo menos con Dédée no va a hablar de esas cosas.
-Bruno, si yo pudiera solamente vivir como en esos momentos, o como cuando estoy tocando y también el tiempo cambia... Te das cuenta de lo que podría pasar en un minuto y medio... Entonces un hombre, no solamente yo sino ésa y tú y todos los muchachos, podrían vivir cientos de años, si encontráramos la manera podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, de esa manía de minutos y de pasado mañana...



(gracias http://www.elortiba.org/cortazar3.html)

27.10.10

























terminando una pega. calculando.

encontrando dibujos. pensando.

http://tebe-interesno.livejournal.com/

en su profundidad de perlitas.

21.10.10


Me han preguntádico varias persónicas
Si peligrósicas para las másicas
Son las canciónicas agitadóricas.
Ay, qué pregúntica más infantílica!
Sólo un piñúflico la formulárica
Pa mis adéntricos yo comentárica.

Le he contestádico yo al preguntónico
Cuando la guática pide comídica
Pone al cristiánico firme y guerrérico
Por sus poróticos y sus cebóllicas,
No hay regimiéntico que los deténguica
Si tienen hámbrica los populáricos.

Preguntadónicos, partidirísticos,
Disimuládicos y muy malúlicos
Son peligrósicos más que los vérsicos
Más que las huélguicas y los desfílicos,
Bajito cuérdica firman papélicos,
Lavan sus mánicos como piláticos.

Caballeríticos almidonáticos
Almidonádicos mini ni ni ni ni...
Le echan carbónico al inocéntico
Y arrellanádicos en los sillónicos
Cuentan los muérticos de los encuéntricos
Como frivólicos y bataclánicos.

Varias matáncicas tiene la histórica
En sus pagínicas bien imprentádicas,
Para montárlicas no hicieron fáltica
Las refalósicas revoluciónicas.
El juraméntico jamás cumplídico
Es el causántico del desconténtico.
Ni los obréricos, ni los paquíticos
Tienen la cúlpica señor fiscálico.

Lo que yo cántico es una respuéstica
A una pregúntica de unos graciósicos
Y más no cántico porque no quiérico
Tengo flojérica en los zapáticos,
En los cabéllicos, en el vestídico,
En los riñónicos y en el corpíñico.

18.10.10





















Esperando. Se levanta pesadamente, las piernas duelen a esa temperatura.
El silencio de la calle es espeluznante, hace que el color queme.
Se siente rugosa la luz, el aire suena agudo. La estática de las frutas y el flamear de los volados son ensordecedores.
Espuma blanca. Chapa de zinc opaca.

16.10.10

Terra Moro
















Derechos a reconocer.
Crema desde la leche, truco de muñeca.
Suave, doppio, doble, latte... jerga.

Todo café. Menos la terraza que es blanca leche.
Todo en tazas.

5.10.10

límite








Noción de límite.

Antes de ayer, o el día previo al día anterior a este.
Tuve que encerrarme en una cerradura para explotar.
Alguien me espiaba, pero la soledad era necesaria.

Hay ciertas veces, esas veces contadas, donde las respuestas se acaban, donde las ganas tapan el desague.
Esa imbécil sensación de impotencia.

Válvulas de escape, siempre hay un conducto Braziliano que se puede arreglar, aunque la cabeza quede como ese departamento.

27.9.10





















LA OPRESIÓN de los gallos.

Fácil nombre para una imagen.
para una imagen sin acento alguno, sin historia mas que una calle de La Paz.

Si los del gallinero se dieran cuenta, y la Alianza Francesa ejerciera... la historia de la imagen sería otra.