26.10.11

escribir 1

Escribir.


después de una buena pelicula me dan reales ganas de escribir, como si los tiempos que te da la escritura (tanto a máquina como a mano), los tiempos que conlleva escribir, el ritmo, fuera lo único que te permitiera expresarte debidamente.

Después de ver alguna muy buena obra de teatro (y vamos que tampoco vi tantas), salís caminando del teatro y casi siempre te encontrás con un aire ligera o certeramente más frío (será que relaciono el teatro con el invierno y el otoño??), después de terminar un cuento de esos que te agitan, para qué decir una novela o un libro que el final te deja medio knock out: después de esas situaciones la manera que encuentro más adecuada de procesar o expresar lo que voy pensando es escribir.

en esos momentos me creo guionista, novelista, dramaturgo, poliglota (!!?) en fin, me la juego y me dan ganas intensas de escribir.


fue así el otro día que terminé de ver entera "into the wild" (había visto poco más de la última mitad de película en esas jornadas de ver-una-película-empezada -según Benedetti creo, eso es bueno para ejercitar la imaginación-) vi una película que me pareció asombrosa, pero al verla entera se confirmó y agrandó mi sensación. daban ganas de ponerse a pensar: qué frena?, qué es lo que ulteriormente frena a la mayoría (gran, inmensa, casi totalitaria) mayoría de gente de no irse a alaska. más allá del chiste de que alaska sería el estado de EE UU que superaría en población a china + india + áfrica entera, sino "más acá" de la situación de que alaska pueda ser el km 769 de la ruta provincial numero x. y lo que sea que haya al costado de ese pedazo de asfalto no sea más que pasto, árboles, mucho horizonte y talvez un enorme verde o azul (puede ser un puente justo el km 769 de esa ruta) y no haya más que absortos rumiantes mirándolo a uno con extrañeza cuando se llega.

qué nos frena de hacer algo así como irse a su propia alaska? a ese ascetismo que el loco necesita para la conculsión más opuesta a la que se puede enfrentar un cientifico investigador: la hipótesis que a él lo guió durante su camino lo conduce justamente a lo contrario, lo más opuesto a su hipótesis, la realidad se encuentra en la vereda de enfrente de donde él pensaba. para darse cuenta que la felicidad se tiene que compartir, caminó y llegó "solo" hasta ese lugar.

más allá de lo que pensé y reflexioné en ese momento (en el cual justamente me abstuve de expresar lo que pensé escribiendo justamente para demostrar mi punto con el futuro texto que escribiera (éste mismo). dan ganas de escribir y todo lo demás que se te ocurre en ese momento cuasi narcótico de éxtasis de que tu expectativa creció, de que aprendiste algo disparador de muchos otros pensamientos, (no que 2+2=4 sino, "qué diferencia hay entre un numero que sea resultado de : X al cuadrado y otro que sea resultado de : (X.10)al cuadrado."
Entender el problema te da idea de a qué nivel está educada tu cabeza!!! ya.. no es poca cosa. Que durante el 99,99% de día ni valoramos / no nos damos cuenta siquiera!!! de que somos capaces de ello!


en fin.

justamente en esos momentos, hay que escribir.


escribir.


(pd: http://www.cuevana.tv/peliculas/764/into-the-wild/)

1 comentario:

Diego dijo...

Primero leí el libro, luego la pelicula.

Creo que luego de toda esa etapa, se marcó un antes y un despues de mi percecpión. Al igual que leer "Las puertas de las percepción" de Huxley.

En realidad, sigo en ese estado medio de transición.

Que bueno "encontrarte". Espero que andes bien.

Fuerte abrazo!