14.11.13

proyecto final

Solo puede resultarnos agradable y productivo lo que hagamos con esmero y precisión, lo contrario es convertir nuestro trabajo en una insufrible actividad que realizamos con el pensamiento puesto en el momento de acabarla. Aunque parezca fútil, cada comienzo de un nuevo proyecto debería representar la ocasión para limpiar nuestra mesa de trabajo y archivar los documentos del trabajo anterior, también y en un sentido más profundo, la ocasión para actualizar nuestros conocimientos y perfeccionarlos. Todo lo que se hace bien es divertido y encuentra la recompensa de un aprendizaje, por el contario el atolondramiento o la toma de atajos, se convierte en una fuente continua de disgustos. Proponernos una hipótesis de trabajo que sirva para repasar y ordenar nuestros conocimientos, técnicos y creativos, para ordenar datos objetivos, como bibliografía, apuntes, normativas, catálogos... y crear una miniestructura, cada vez más afinada, para la realización de los proyectos futuros.
La experiencia adquirida en el sentido en el que estamos hablando es acumulativa y permite la mejora de nuestra eficacia para los proyectos posteriores.


Granada 24.04.1998